El dolor es evidentemente una enfermedad en sí misma. La neurocirugía puede intervenir de forma directa en varios tipos de dolores llamados neuropáticos. El más importante, la neuralgia del trigémino.

La neuralgia del trigémino se divide en esencial y secundaria. La secundaria es debida a una causa estructural o enfermedad que lo cause, por ejemplo tumores del ángulo ponto-cerebeloso o esclerosis múltiple.

La esencial no tiene causa estructural en una enfermedad conocida pero la inmensa mayoría de ellas se deben a lo que se denomina un conflicto vascular.

El nervio trigémino una vez que emerge del tronco cerebral y antes de dirigirse a la cara, está en contacto con múltiples arterias cerebrales, en los casos de neuralgia trigeminal, estos vasos están presionando el nervio y generando el dolor.
La técnica quirúrgica de descompresión microvascular es muy eficaz para aliviar estos síntomas, puesto que, a diferencia de la medicación, resuelve directamente la causa del dolor con unos riesgos quirúrgicos bajos siendo el resultado a largo plazo muy satisfactorio.

Cirugía espinal para dolor neuropático. TÉCNICA MIS

Existen a su vez otras causas muy frecuentes de dolor neuropático, la más frecuente de ellas, la hernia discal, cervical o lumbar y la estenosis de canal. En estos casos existe una compresión directa del nervio por una hernia que genera un intenso dolor. Cuando esto se ha verificado mediante RMN se pueden proponer técnicas MIS (mínimamente invasiva) que permiten, mediante pequeñas incisiones, liberar el nervio y resolver el conflicto doloroso con mínima estancia hospitalaria.