La epilepsia es un síntoma muy frecuente de múltiples enfermedades neurológicas. Puede deberse únicamente a un problema puntual de tipo toxico, traumático o como consecuencia de alguna lesión estructural como por ejemplo un tumor (que puede ser benigno) o de tipo vascular isquémico o hemorrágico.

Cuando la epilepsia se manifiesta de esta forma, es decir, secundaria a otra causa, el tratamiento está enfocado a resolver la causa primaria. Por ejemplo extirpando un tumor, una malformación vascular (muy frecuentemente cavernomas) o un proceso hemorrágico (hematomas subdurales o hemorragia sub-aracnoidea).

En otras ocasiones existe lo que se llama epilepsia primaria. En estos casos no existe una lesión estructural si no que la epilepsia es una enfermedad en sí misma. Estos pacientes deben de entrar en un programa de estudio a fondo de su epilepsia que consta de varia fases que se realiza en una unidad especializada de epilepsia en la que están integrados Neurólogo, Neuroradiólogo, medicina nuclear y neurocirujano.

La primera fase está basada en el Video EEG continuo para localizar el foco epileptógeno, una vez realizada RMN de alta precisión de 3T. Posteriormente si siguen habiendo dudas es necesario realizar estudios de segunda fase basados en PET, SPECT y electrodos intracerebrales o mantas subdurales, con el fin de determinar exactamente el origen de la epilepsia.

Una de las enfermedades que más comúnmente causa epilepsia refractaria y que tiene un buen resultado con la cirugía, es la esclerosis de hipocampo.